TARTA SAN MARCOS

Esta es la tarta que preparé para celebrar el cumpleaños de mi hermano. La tarta San Marcos siempre es un acierto, todavía no he encontrado a nadie que no le guste. Parece muy complicada porque se necesita hacer muchos pasos, pero es bastante sencilla, solamente se necesita tiempo y paciencia.


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Bizcocho

4 huevos
120 gr de azúcar
120 gr de harina
1 cucharadita de levadura

En primer lugar batimos los huevos con el azúcar durante unos 10 minutos, la mezcla tiene que aumentar mucho su tamaño y quedar de un color pálido. Ahora incorporamos la harina con la levadura, que previamente habremos tamizado. La mezclamos con una espátula con cuidado para que no se baje mucho la mezcla. Vertemos en un molde de 20 cm que ya tendremos preparado y horneamos a 180º durante unos 30 minutos. Dejamos enfriar completamente antes de desmoldar. Para utilizar es mejor que esté bien asentado, por lo que lo ideal sería hacerlo el día antes.

 

Relleno

¾ litro de nata para montar
200 gr de azúcar
2 cucharadas de cacao

Montamos la nata, cuando comience a espesar añadimos el azúcar y la terminamos de montar, tiene que quedar bien dura. Ahora reservamos 1/3 para adornar los laterales de la tarta. Otro 1/3 queda tal cual y al último 1/3 le añadimos el cacao bien tamizado y mezclamos bien. Reservamos todo en la nevera.

Almíbar

1 vaso de agua
100 gr de azúcar
½ vaso de whisky

Ponemos todos los ingredientes a fuego alto, cuando levante hervor bajamos el fuego y dejamos que hierva suavemente hasta que reduzca por lo menos a la mitad. Cuando esté listo retiramos del fuego y dejamos enfriar antes de utilizar.

 

Cobertura de yema

50 ml de agua
150 gr de azúcar
4 yemas
1 cucharada de maicena

Ponemos el agua con el azúcar a fuego medio y dejamos cocinar durante 5 minutos, retiramos del fuego para que temple, mientras vamos batiendo las yemas con la maicena, las añadimos al almíbar y penemos de nuevo a fuego suave sin dejar de remover hasta que espese, tiene que estar muy espeso. Una vez listo, vertemos la mezcla sobre una bandeja grande de cristal y removemos rápidamente para que se enfríe cuanto antes y no se oxide.

 

Una vez hecho todo esto, vamos con el montaje.

En primer lugar cortamos el bizcocho en tres capas, ponemos la primera capa en la bandeja que vayamos a servir, añadimos almíbar, lo justo, ni mucho que se rompa, ni poco que quede seco, y cubrimos con la primera capa de relleno, que en este caso será de nata. Ponemos encima otra capa de bizcocho y añadimos el almíbar, ahora cubrimos con la capa de nata con cacao. Ponemos la última capa de bizcocho y bañamos con el almíbar, la cubrimos con la cobertura de yema, espolvoreamos con azúcar y quemamos con un soplete. Ahora ya solo nos queda cubrir los laterales de la tarta con la nata que tenemos reservada y con muchísima paciencia vamos cubriendo la nata con almendras tostadas.

Reservar en la nevera un par de horas antes de servir.

Parece un rollo, pero una vez que te pones no es nada complicado y el esfuerzo merece la pena.

 

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