Filloas de sangre

Las filloas de sangre son el postre más típico en Galicia cuando llega la época de las matanzas. Hay gente a la que le da reparo comerlas por el tema de la sangre, pero la verdad es que lo que le aporta es color, porque en el sabor prácticamente no se aprecia. Tengo que reconocer que cuando era pequeña no quería comerlas, pero ahora me encantan. A pesar de que en mi casa hace ya muchos años que no se hace matanza, tengo la gran suerte de que parte de mi familia política sí que la hace y mi cuñada Lola tiene siempre el detalle de guardarme un poco de sangre, que yo congelo hasta el momento en que vaya a utilizarla.

Ingredientes

1/2 litro de leche

1/2 litro de agua

1/2 vaso de sangre

1/2 kilogramo de harina

6 huevos

azucar o miel para acompañar

mantequilla para untar la sartén

En un bol grande ponemos la leche, el agua, la harina y los huevos, con ayuda de la batidora hacemos la mezcla teniendo cuidado de que no quede ningún grumo. Ahora añadimos la sangre y batimos un poco hasta que quede perfectamente integrada.

Una vez que tenemos la mezcla lista la dejamos reposar en la nevera como mínimo una hora.

Ahora toca la parte divertida, que es hacerlas, sobretodo porque salen un montón.... Ponemos una sartén anti-adherente al fuego para que se caliente bien. Con un poco de mantequilla (pero que sea poca) untamos el fondo de la sartén y vertemos un cucharón de nuestra mezcla, tiene que ser la cantidad suficiente para que cubra el fondo, pero que no sea mucha para que nos queden bien finas. El fuego tiene que estar medio/alto. Cuando veamos que los bordes se empiezan a levantar es el momento de darle la vuelta, dejamos unos segundo y la podemos quitar. Ponemos en un plato y espolvoreamos con azúcar o con un poco de miel, eso ya va al gusto de cada uno. Así repetiremos el proceso hasta terminar toda la mezcla.

Se pueden comer templadas o frías.