Torta de nata

La torta de nata es un dulce muy típico en Vigo, también conocida como torta imperial. Aquí en Ourense también es fácil de encontrar en muchas panaderías. Es un postre delicioso, con una masa muy delicada y esponjosa bañada con nata... En resumen, un manjar que desaparece en un pispás.

Ingredientes

350 g de harina de fuera
175 g de leche
1 huevo
45 g de azúcar
55 g de mantequilla
1 sobre de levadura de panadería
1 pizca de sal

Para la cobertura

200 ml de nata para montar
50 gr de azúcar



 

Mezclamos la harina con el azúcar y la sal y le añadimos la leche, el huevo batido y la levadura. Amasamos a mano, o como en mi caso con el gancho del robot de cocina a velocidad baja durante unos 10/15 minutos. A continuación incorporamos la mantequilla derretida, pero fría, y amasamos 5 minutos más o hasta que esté bien integrada y se despegue de las paredes del bol. Sacamos la masa del robot, la cubrimos con un paño y la dejamos levar durante una hora y media aproximadamente. También podemos dejarla en la nevera toda la noche y por la mañana sacarla y dejar a temperatura ambiente media hora antes de proseguir.

Estiramos la masa con las manos o con un rodillo sobre una bandeja de horno cubierta con papel de hornear, el grosor debe ser de unos 2 cm, podemos darle forma circular (que es habitual) o estilo libre como la mía. Dejamos levar de nuevo durante una media hora.

Durante este último levado aprovechamos para ir preparando la crema de nata con la que cubriremos nuestra torta. En un cazo ponemos la nata junto con el azúcar y cocinamos a fuego medio/bajo hasta que reduzca a la mitad. Removeremos de vez en cuando. Cuando haya reducido la retiramos del fuego y reservamos.

Una vez que la masa haya levado, con la ayuda de nuestros dedos hacemos unos pequeños agujeros por toda la superficie y metemos la horno (ya precalentado) durante unos 10/15 minutos a 190º. Hay que estar atentos y en el momento que empiece a dorarse hay que sacarla para que quede bien jugosa y tierna.

Cuando la saquemos del horno la ponemos sobre una rejilla y con la ayuda de un palillo pinchamos toda la superficie, esto ayudará a que penetre mejor la cobertura. Con un pincel vamos cubriendo con nuestra crema de nata hasta que la absorba toda completamente. Cuando se haya enfriado completamente espolvoreamos con azúcar glas y ya estaría lista para ser devorada....

Fuente: El jardín de mis recetas