Fabada

Cuando llega el frío, que este años se está haciendo de rogar, nada mejor que un plato de cuchara para reconfortar el cuerpo. Me gustan todos los platos de cuchara, pero especialmente la fabada, que nuestros vecinos asturianos bordan. Precisamente esta receta es la del restaurante Casa Gerardo, la diferencia es que ellos la hacen con alubia fresca, por lo tanto no hay que poner a remojo, el tiempo de cocción es mucho menor y no necesita desespumar, pero no siempre es fácil conseguirlas por lo que la opción mas sencilla es usar alubia seca al alcance de todos.

½ k de alubias secas

1 chorizo

1 morcilla

1 trozo de panceta

1 trozo de lacón

1 pizca de azafran

1 cucharadita de pimentón

½ cebolla pequeña

Caldo de pollo

30 gr. de mantequilla

Aceite

Sal

El día anterior pondremos por separado a remojo las alubias y el lacón.

Ponemos en la olla las alubias, el lacón y la panceta y cubrimos de agua hasta que sobrepase como dos dedos aproximadamente, añadimos un chorro de aceite de oliva y la mantequilla y ponemos a hervir a fuego medio alto durante 20 minutos. Vamos desespumando cuando sea necesario. Por otro lado ponemos a hervir la morcilla y el chorizo durante 10 minutos en un cazo aparte para que pierdan parte de su grasa.

Una vez transcurridos los 20 minutos retiramos del fuego la olla y añadimos el azafran, el chorizo y la morcilla y reservamos.

En una sartén ponemos un buen chorro de aceite de oliva y sofreímos la cebolla que habremos picado muy fina, en cuanto empiece a ponerse transparente retiramos la sartén del fuego, añadimos el pimentón y removemos bien.

Incorporamos el refrito a la olla, mezclamos moviendo la olla, no meter nada para revolver porque romperíamos las alubias y ponemos de nuevo a fuego lento durante unos 90 minutos. El tiempo de cocción depende del tipo de alubia.

Durante la cocción no dejamos vamos añadiendo caldo si es necesario, siempre deben estar cubiertas y en un par de ocasione añadimos un poco de agua fría para cortar la cocción y así evitar que ser rompan las alubias.

A la hora de servir se pica el compango y se sirve junto o separado, a gusto del consumidor.